Las opciones pueden ser una perspectiva de inversión intimidante tanto para los traders nuevos como para los experimentados, pero como estás por descubrir, en realidad no dan tanto miedo.

De hecho, tienen dos ventajas principales sobre las inversiones en acciones tradicionales.

Cuando la mayoría de la gente piensa en el trading de acciones, piensa en acciones de un centavo con las que se puede operar con una pequeña cuenta (pero que son muy volátiles), o en el trading intradía que requiere tener una cuenta enorme (por lo general con USD 250,000 sólo para empezar).

Por lo tanto, o bien asumes un gran riesgo operando con acciones baratas, o desembolsas una gran cantidad de dinero por adelantado para tener empresas más estables.

Ahora bien, cuando compras opciones, estás comprando un contrato que te da derecho a comprar o vender 100 acciones de un título a un precio de ejecución específico en una fecha de vencimiento determinada. 

De entrada, ya sabes el riesgo que estás asumiendo porque lo máximo que puedes perder en una operación de opciones es la prima inicial que has pagado por ella. 

Compáralo con una acción, que puede acabar costando más dinero que tu inversión inicial si cae por debajo de tu precio de compra. 

Por lo tanto, el riesgo a la baja de las opciones es limitado, mientras que el de las acciones es potencialmente ilimitado. 

Las opciones también requieren un menor compromiso financiero inicial que la compra directa de acciones de una empresa, por lo que puedes operar con una cuenta mucho más pequeña, a menudo empezando con tan sólo USD 2,000.  

Veamos un ejemplo real de cómo funciona esto. 

Digamos que quieres comprar 10 acciones de Apple a USD 100 por acción. Eso te va a costar USD 1.000 por adelantado, lo que puede inmovilizar la mayor parte de tu cartera si empiezas con una cuenta pequeña. 

En lugar de ello, decides comprar una opción de compra de Apple, que representa 100 acciones de la compañía. En este caso, esa opción de compra sólo te va a costar USD 1, es decir, USD 100 en total. (Es decir, 1 multiplicado por 100).

Ahora puedes controlar 100 acciones de Apple en lugar de sólo 10. 

Y digamos que las acciones suben USD 5 en la próxima semana. Si sólo hubieras comprado acciones ordinarias de Apple, ganarías USD 5 por acción. Por lo tanto, te llevarías USD 50 si tienes 10 acciones de Apple. 

Pero si compraste la opción de compra por USD 1 y las acciones de Apple subieron USD 5, esa opción de compra podría pasar de USD 1  a USD 2 en sólo una semana, lo que duplicaría tu dinero.

Y tu riesgo era de sólo USD 100, en lugar de los USD 1.000 que habrías invertido comprando las propias acciones de Apple. 

No sé tú, pero a mí me parece un buen negocio. 

Así que la próxima vez que quieras añadir posiciones a tu cartera, considera la posibilidad de probar las opciones. No sólo es una herramienta que utilizan los traders avanzados y profesionales, sino que también pueden aumentar significativamente tu cartera en un tiempo récord.