El trading de opciones puede ser una forma inteligente de aprovechar la acción de los precios del mercado de valores, ya que ofrece una forma más barata de ir en largo o en corto en las acciones mientras que limitas tu riesgo a la baja. 

Pero si inviertes en opciones sin un plan en mente, puedes acabar perdiendo una cantidad significativa de dinero en un abrir y cerrar de ojos. 

A menudo nos preguntan qué diferencia a los traders de opciones exitosos de los que no lo son. Y, en nuestra humilde opinión, todo se reduce a saber gestionar tus ganancias. 

La mayoría de la gente pasa mucho tiempo determinando cuándo debe entrar en sus posiciones. Pero averiguar cuándo salir de esas operaciones es igual de importante, independientemente de que se muevan o no a tu favor. 

Esto parece obvio cuando una operación se mueve repentinamente en tu contra, pero se vuelve más difícil de recordar cuando estás teniendo una gran ganancia. 

Este dilema psicológico suele denominarse FOMO, o “miedo a perderse de algo”. 

Es completamente natural mirar una acción y decir: “¿Pero no podría subir un poco más desde aquí?”. Y, en teoría, podría hacerlo. 

Pero la acción también podría caer al día siguiente, anulando todas las ganancias que se obtuvieron el día anterior. A veces, acabarás perdiendo todo tu dinero en una operación que, en un momento dado, había subido un 100% o más. 

Y, por supuesto, leerás historias en Internet de personas que compran opciones de compra fuera del dinero por USD 1,000, que mágicamente se convierten en un millón de dólares. Pero las probabilidades de que eso ocurra son escasas y distantes, y no es así como se debe operar a largo plazo. 

En lugar de eso, aprende a gestionar tus ganancias para poder tener constantemente las probabilidades de ganar a tu favor. 

Y recuerda que las ganancias de práctica no son ganancias reales. Incluso si estás teniendo una ganancia del 200% en tu cartera, esa operación no significa nada si no cobras tu posición y sacas el dinero de la operación. 

Por eso es mejor tomar tus ganancias cuando las tienes en lugar de dejarlas pasar y que potencialmente desaparezcan. 

Tampoco tienes el tiempo a tu favor cuando inviertes en operaciones de opciones a corto plazo. Estás operando con un movimiento rápido, por lo que cuando se produce, debes salir de la operación con la misma rapidez. 

Y si los precios suben aún más, dejalos que suban. 

Si estás convencido de que una acción aún tiene margen de maniobra o de que aún tiene margen de caída, siempre puedes cerrar esa posición y trasladar esas ganancias a una nueva operación que aproveche ese movimiento de precios. 

Así que, la próxima vez que estés teniendo una gran ganancia, recuerda que la codicia es buena, pero apostar al azar es una tontería. No apuestes las ganancias que tienes hoy por la posibilidad de obtener más mañana. 

En lugar de ello, elimina el riesgo y deja de poner excusas para mantener la posición. 

Tu cartera y tu billetera te lo agradecerán más adelante.